Así como en las caricaturas del coyote y el correcaminos se daban casos en que dibujaban una puerta falsa en una pared para engañar al otro, tambien en la vida real se dan casos donde una pintura nos da la apariencia de realidad y nos mueve el tapete mental.
Ya alguna vez anterior hablé de los decorados hiperrealistas. Si no se acuerdan, lo pueden ver en este enlace.
Decorados hiperrealistas
Y sin lugar a dudas, este es uno de esos decorados, como puede atestiguar este muchacho de Estocolmo
Pero podríamos decir que le fue bien, comparado con este otro, pakistaní, que intenta cruzar una puerta de cristal automática, aparentemente sin entender cómo funciona.
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