martes, 16 de junio de 2009
Se busca abogado. Caso difícil
Se le pagó para hacerlo, pero fracasó en embarazar a la esposa de su amigo después de 72 intentos.
En Sttutgart, Alemania, un juez debe decidir en un caso de intenciones honorables en el que un hombre contrató a su vecino para que embarazara a su esposa.
Al parecer Demetrius Soupolos, de 29, y su esposa Traute, antigua reina de belleza, querían desesperadamente un hijo, pero un doctor había dicho a Demetrius que era estéril. Souopolos, tras calmar las protestas de su esposa, decidió contratar a su vecino Frank Maus, de 34, para el efecto. Como Maus ya estaba casado, padre de 2 hijos y parecido a Soupolos, el plan lucía bien.
Soupolos pagó a Maus $2,500 por el trabajo, y por los siguientes 6 meses, 3 tardes a la semana, Maus intentó desesperadamente, en un total de 72 intentos, de embarazar a Traute.
Cuando su propia esposa protestó, Maus le dijo: "Esto no me gusta, igual que a tí, pero lo hago sólo por el dinero. Intenta entenderlo".
Después de 6 infructuosos meses, Soupolos pidió a Maus que se hiciera un examen, lo cual hizo.
El anuncio del doctor, de que Maus también era estéril fue un shock para todos excepto para su esposa, que se vio forzada a confesar que Maus no era el verdadero padre de sus 2 hijos.
Ahora Soupolos demanda a Maus por incumplimiento de contrato, para recuperar su dinero, pero Maus se rehusa diciendo que él no garantizaba la concepción sino sólo que haría honestamente su mejor esfuerzo.
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Dicen algunos hedonistas irreverentes que el trabajo causa placer, pero, la verdad, tengo algunos kilometros recorridos en su busqueda y he tenido muy poco exito. Sin embargo, no encuentro otro empleo como el que desempeñó el tipo del relato, en el que el placer haya estado más que garantizado.
ResponderEliminarEsto me recuerda la historia de un tipo que tras haber perdido su trabajo, vivía de lo que obtenía del servicio nacional de empleo. Mes tras mes acudía a recoger sus cupones y el cheque que le proveía la dependencia, y fue en una de esas ocasiones, en que al recibir su dotación, comentó con el empleado de la ventanilla. -La verdad me siento avergonzado de acudir a solicitar esta ayuda. Preferiría estar trabajando a vivir como lo hago; de la beneficiencia... El empleado, sin levantar la vista respondió... -Precisamente creo que tenemos un empleo para usted. Nos acaba de solicitar un chofer para su hija, un tipo inmensamente rico, nos dijo que tenía que ser una persona responsable, como de su edad, que no tuviera reparo en trabajar, porque la jornada sería extensiva y la paga más generosa, ya que tendría que acompañar a su hermosa hija de 18 años a sus fiestas y en sus multiples viajes al extranjero y sitios de recreo, y que dado que la niña empezaba a despertar a la vida, de cuando en cuando tendría que satisfacerla en sus apetitos sexuales... El tipo, con expresión dubitativa, cuestionó. -Oiga ¿Está jugándome una broma? -Si, contestó el empleado levantando la vista, pero acuerdese que fue usted quien empezó.